El árbitro electoral, a consulta y debate, para mejorar
Jorge Luis Galicia Palacios lunes 23, Ago 2021Como veo, doy
Jorge Luis Galicia Palacios
- Más resultados positivos que negativos en 30 años
El árbitro electoral nuevamente se encuentra en el ojo del huracán mediático, desde el Ejecutivo han salido señales de querer desaparecerlo, en el Legislativo se habla de reformarlo con una visión de gran calado y entre los partidos políticos hay pros y contras sobre su actuación, aunque a decir verdad el anhelo general del gran elector, el ciudadano, es que todos los actores participantes en los procesos electorales cumplan a cabalidad las reglas de la democracia, con rendición de cuentas y transparencia en todos los procesos que dan vida a la participación ciudadana en tiempos electorales.
Es cierto, existen voces encontradas en este tema y eso nos da un indicador certero de que en el tema electoral y su arbitraje hay mucho por hacer, por corregir, por legislar, por debatir, por consultar. Por ejemplo, del reciente proceso electoral dejó mucho que desear la actuación del INE respecto a la sanción impuesta al llamado Partido Verde, quienes en pleno periodo de veda electoral hicieron campaña, promoviendo a sus candidatos y sus principios de acción política.
Todo mundo vio un delito grave, por cierto con carácter reincidente, pero a los consejeros electorales les tembló la mano a la hora de aplicar el reglamento comicial, y esos detalles (criterios) son los que corresponde revisar, tanto al Legislativo como al Poder Judicial en la materia, y si eso ya se hubiera hecho, pues hoy los del Verde Ecologista estarían no con una bancada legislativa en el Congreso, sino con los dos pies fuera de la política partidista.
No hay duda, el INE es sinónimo de avance democrático, pero también no hay duda que algunos actores de la política no les queda claro aún que la reglas son para cumplirlas y de manera contraria reportan datos falsos en sus gastos, adelantan campaña y precampañas y luego dicen que no hicieron, se promocionan por todos los medios de manera indiscriminada y en sus reportes no se ven reflejados esos gastos, son muchos ilícitos que hay que revisar y de inmediato corregir hasta lograr lo más equitativo posible las competencias políticas y el desarrollo democrático de nuestro país.
Entonces, lo que México necesita es garantizar el libre sufragio para fortalecer nuestro de por sí incipiente sistema democrático, donde el cumplimiento de las reglas de juego sea parte de la cultura política de los aspirantes a algún cargo de elección, eso es lo que la mayoría debe pedir y no querer cancelar o querer desaparecer a la institución que funge como árbitro en los procesos electorales, porque no hay que olvidar que tanto el IFE y ahora INE son el resultado de las aspiraciones y luchas que otras generaciones de mexicanos iniciaron y se han ganado a favor de la causa ciudadana.
¿Hay que actualizarlo o renovarlo?, tal vez, pero desaparecerlo no parece ser la opción que piden o vislumbran millones de ciudadanos mexicanos, de ahí que un debate o una consulta sobre el tema es bienvenido, pues de lo que se trata es mejorar el funcionamiento del árbitro electoral. Que conste.
VA MI RESTO.- En la charola de los pendientes del Legislativos, en materia electoral, hay algunos temas como el de la reelección legislativa y la duda de si se deban separar cuando tengan la opción de ir de nuevo a la competencia en la urnas siendo legisladores, y seguramente habrá que revisar la ley secundaria sobre el tema en los trabajos de la LXV Legislatura.
En fin, podemos decir que a poco más de treinta años de distancia de la creación del organismo electoral, del INE, antes IFE, se puede decir que el balance de su trabajo en general ha sido positivo y para quienes consideran que el árbitro ha cometido errores, pues la solución es tan simple como someter al organismo a una revisión práctica y de carácter legal, para corregir posibles fallas, para fortalecerlo como vigilante, para garantizar al ciudadano su participación en las urnas, para que los partidos políticos se sientan a gusto en la competencia, vamos, para que haya democracia.
Es cierto, durante el funcionamiento de los primeros seis años el IFE operó bajo la coordinación, como cabeza directriz, de la Secretaría de Gobernación (Segob), pero con el tiempo el organismo siguió evolucionando con resultados cada vez más eficaces, transparentes y de mayor credibilidad sin que eso quiera decir que funciona en la perfección, pero sí ha alcanzado la confianza ciudadana en la mayoría de sus actos, sobre todo porque goza de autonomía e independencia frente al poder ejecutivo y los partidos políticos, y eso es un avance, así que para quienes pretenden regresar el reloj de la democracia al querer facultar nuevamente a la Segob como árbitro electoral, pues nos parece sólo parte de una ocurrencia y no una solución a los problemas que sigue afrontando el INE, y hasta ahí porque como veo doy.